El centro histórico de Milán cuenta con imponentes edificios como los que podemos ver en la plaza del Duomo, donde destaca la majestuosa catedral y el Palacio Real. Muy próximas están las elegantes galerías de Victor Manuel II y la plaza della Scalla, donde se encuentra el palacio Marino y el famoso teatro alla Scala. Tampoco debemos dejar de visitar la iglesia de Santa Maria della Grazie, donde se encuentra el fresco La Última Cena de Leonardo da Vinci, declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, o el castillo Sforzesco fortaleza renacentista de la ciudad y residencia de los duques.