El casco histórico de Novara se encuentra sobre lo que fuera la ciudad romana y medieval y delimitado por los restos de su sistema defensivo. La basílica de San Gaudencio, patrono de la ciudad destaca por su majestuosa cúpula. El Duomo (catedral de Santa María de la Asunción) y el Baptisterio son otros de los monumentos más destacados de la ciudad. Cerca se encuentra el patio Broletto, que fuera centro de la vida política de la ciudad y al que dan su fachada los palacios del Podestà, de Paratici y del Ayuntamiento.