El castillo de Milazzo es la principal atracción turística de la ciudad. Se trata en realidad de una auténtica ciudad amurallada, con una parte alta donde se encuentra el castillo o Mastio, protegido por la muralla aragonesa, y una parte baja donde se localiza la catedral antigua, el monasterio benedictino y otros edificios y que está protegido por la muralla española con sus imponentes bastiones.