El castillo de Barletta es una imponente fortaleza situado a pasos del mar Adriático, costruida presumiblemente hacia 1090 d.c en una pre-existente fortaleza normanda.
La actual estructura cuadrada con 4 bastiones a lanza en proximidad de las cumbres es aquella definitiva de la edad renacentista, sin embargo a partir de su edificación, el castillo ha padecido una larga serie de cambios y reestructuraciones debidas al sucederse de los muchas dinastías que tomaron el poder.
Después del periodo normando, Federico II de Svevia, en el siglo XIII, que residió en el castillo en muchas ocasiones, aportó importantes modificaciones transformando la fortificación en palacio real. Durante el periodo "angevino" fueron ejecutados ulteriores trabajos encargados por Carlo en 1269 y ejecutados por el arquitecto Pierre Angicourt. Concretamente fue reestructurado el “Palatium” y el cuerpo de representación regia y fue reforzada militarmente la estructura mediante la excavación de un foso alrededor del castillo y la construcción de un muro externo para la defensa oeste. Los aragoneses, en la época siguiente, intervinieron, sobre todo, para reforzar las defensas del castillo. Con la llegada de los españoles se procedió a la fortificación de las murallas y a la construcción a lo largo de la carretera litoral de poniente, del fortín de Paraticchio; esto no sirvió para nada ya que en 1528 Barletta y el Castillo fueron ocupados por los franceses.
Bajo el poder los Habsburgos el castillo sufrió una profunda transformación; hubo una intervención de refuerzo de la murallas y fue precisamente ese período que, por orden de Carlos V, bajo la dirección del arquitecto Evangelista Menga, el castillo asumió la actual configuración cuadrada con los cuatro bastiones angulares a lanza, aunque tras esas dotaciones nunca fue utilizado con fines militares. Durante el reino de Carlo de Austria el castillo fue dejado en un completo estado de abandono hasta hacerlo prácticamente inhabitable. Solo en 1813, al día siguiente de la visita de Gioacchino Murat, bajo el protectorado francés, que se procedió nuevamente a los trabajos de consolidación de su estructura defensiva; en 1876 fue considerado inútil desde el punto de vista bélico, sacado a subasta y al final adjudicado al Ayuntamiento de Barletta.
Tiene gran relevancia histórica el acontecimiento ocurrido durante la Primera Guerra Mundial. El 24 de mayo de 1915 el castillo fue golpeado por seis cañonazos en el frente de Norte y en el bastión; pero el cazatorpedero llegado a la ciudad puso punto final al ataque. Todavía son visibles las huellas de los cañonazos en el bastión de San Vincenzo y en la fachada meridional. Una lápida conmemorativa recuerda el acontecimiento. Durante la Segunda Guerra Mundial el castillo se convirtió en presidio militar contra la ocupación alemana de la ciudad que culminó con la matanza de 12 de Septiembre 1943. En 1970 fueron empezados los más recientes trabajos de restauración que lo han devuelto el castillo a la ciudad y ha permitido abrir la estructura a los turistas gracias a la realización de un Museo Cívico, de un espacio al interior destinado a exhibiciones temporales y de la Biblioteca Cívica. En 2002 con la recalificación de los jardines dedicados a los Hermanos Cervi ha concluido a la revalorización de este importante castillo de Apulia.
(www.centrostoricobarletta.it)