En cualquier rincón del casco histórico de Viena, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se puede disfrutar de su pasado como ciudad imperial y sede de una de las cortes más influyentes de Europa durante los últimos siglos. Buena muestra de ello son los espectaculares palacios (Imperial, Belvedere, Schönbrunn), la cripta imperial, bajo la iglesia de Los Capuchinos o en edificios como la Opera Nacional o la Biblioteca Nacional. La ciudad cuenta además con gran número de museos y multitud de eventos relacionados con el arte y especialmente con la música; no obstante Viena es considerada la capital europea de la música.